sábado, 6 de septiembre de 2008

Dios se apiade de Haití

La fotografía tomada del noticiero Telemundo 51 habla por si sola de la desolación y devastación que la tormentan Hanna dejó en Haití. Los haitianos están necesitando ayuda urgente: agua potable, frazadas, alimentos todo lo esencial, para casos de desastres. Los muertos son miles, y se espera que, cuando bajen las aguas, aparezcan más cadávares. La tercera parte de los muertos por las inundaciones son niños. Sin duda un panorama triste para este país, que es uno de los más pobres del hemisferio. Dios se apiade de Haití y de nosotros, porque a medidas que los problemas de los hermanos haitianos aumentan, los nuestros también.

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