lunes, 11 de mayo de 2009
¿Dónde está Johanna? una historia que parece ficción pero es real
SU ABUELA DICE QUE ESTA SECUESTRADA EN EE.UU.
Desde hace 15 años doña Rosa espera por el regreso de su nieta Johanna Indira Jiménez Peña, luego que a los cinco años viajara a Estados Unidos, a través de Corazones Unidos, para recibir una cirugía de una displacia ósea, (la niña no tenía dedos en las manos) y era necesaria una cirugía para reconstruirle las manitas.
La abuela, narra que la madrina de la pequeña, que fue elegida para cuidarla durante el período post operatorio, dejó a su nieta Johanna, al cuidado de la enfermera Jan Siegrist, una norteamericana que no tenía hijos, y había tomado cariño a la infante durante su cuidado en los Estados Unidos. Pero Jan Siegrist, nunca devolvió a la niña a los familiares en República Dominicana. Desde entonces ellos lo han considerado un secuestro y aún están a la espera del regreso de johanna que hoy día ya es mayor de edad pues tiene 21 años.
Los familiares dicen que la niña fue cedida de forma temporal a la señora Siegrist. La autorización materna dada por la madre, María Ana Celia Peña, oriunda de Santiago Rodríguez indica que ésta, “autorizaba a la enfermera a tomar decisiones a favor de la niña, respecto a su educación y actividades extracurriculares durante su estadía en los Estados Unidos”.
ESTA ES LA ENFERMERA QUE SE QUEDÓ PARA SIEMPRE CON JOHANNA
Rosa María Guzmán, sólo volvió a ver a su nieta cuando tenía siete años, desde entonces, jamás la ha vuelto a ver. Supuestamente la niña vive con Siegrist en Alburquerque; Nuevo México. “Yo se que es difícil que ella vuelva a vivir con nosotros porque somos unos desconocidos para ella, pero al menos queremos verla, que ella venga de vacaciones y si quiere que se vuelva a ir", dice doña Rosa visiblemente triste.
Su nieta, según nos mostró, escribió una carta donde decía que “sabía de la preocupación de sus familiares, pero que ella "estaba bien y se tomaba todas sus medicinas".
Doña Rosa dice que logró comunicarse con ambas mujeres y según ella, su nieta le comunicó que la "enfermera no la dejaba venir a República Dominicana”. El último contacto físico lo sostuvieron (nieta y abuela) en 1998 y las llamadas telefónicas son escasas. “lo único que pido, es que me la dejen ver que yo se la devuelvo”.
Este caso ya llegó a la cancillería dominicana que intentó ponerse en contacto con la enfermera, pero según indicaron nunca obtuvieron respuesta, ni la mujer contestó el teléfono. Este es un caso que parece sacado de la ficción, pero es sumamente real.
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2 comentarios:
Y no será que ellos regalaron a la niña?? es un caso dificil porque ella ya creció
Debieran investigar ese caso mas a fondo
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