viernes, 15 de febrero de 2008

Aprendamos a no menospreciar a nadie

Mi madre siempre me enseñó a no menospreciar a los demás. A no juzgarlos por su aspecto, ni color de piel.
Para que yo asimilara sus lecciones, mi madre, siempre me contaba la historia de "Juanito el Búcaro", un humilde hombre de campo de la línea Noroeste que tenía mucho dinero, y una gran cantidad de reses y propiedades.
Un día, según me contaba, Juanito llegó con su vestuario de campesino a un "dealer" de autos en Santiago. Cuando llegó, el vendedor lo miraba con desdén. El trabajador parecía estar seguro de que con ese campesino mal oliente a estiercol, perdería el tiempo.
¿Cuánto cuesta ese auto?-preguntó Juanito. El humilde campesino se refería a uno de los carros más caros que había en ese entonces en el lugar. -"¿Ese carro? ni lo sueñe- Usted no tendrá dinero para comprarlo".
Ante la humillación, el humilde campesino, llamó a su asistente y este trajo el dinero en efectivo ante los ojos desorbitados del vendedor.
Pero el sabio campesino, decidió comprar su vehículo en otro lugar, dejándo al vendedor que lo humilló y menospreció con el "moño hecho".
Traigo esta anécdota a colación, porque en Londres a pasado algo igual a la historia de Juanito "El Búcaro", cuando Paul Pots, un humilde vendedor de celulares se presentó a un concurso de canto. Cuando estuvo frente al jurado, todos se rieron de el: le faltaba un diente, su traje era barato...en fín, todos se burlaron de Paul. ¿Pero qué sucedió cuando este hombre comenzó a cantar?
Era un programa de canto de reality show en Londres, llega Paul, un concursante humilde, vendedor ambulante de celulares. El jurado lo medio desprecia y le pregunta '¿qué vas a cantar?' Él, acobardado dice: Ópera.
El jurado se mira entre sí, aparentemente con burla... je je je y le dicen 'Cante'.... Vean lo que pasa ... la piel queda de gallina ... Pasó la semana pasada en Londres. ENTRE AL SIGUIENTE LINK http://www.elperiodico.com/default.asp?idpublicacio_PK=46&idioma=CAS&idnoticia_PK=416822&idseccio_PK=1028

1 comentario:

Anónimo dijo...

Judith felicidades por tus escritos y tu carrera, lo bueno de la historia que cuentas que el gano el concurso mas tarde, gigante leccion para el mundo.